Opciones sin edad, relajados y sencillos looks siempre en clave Nana. Ese blazer que siempre está vigente, la calidad del traje en crepé blanco, unas ballerinas en piel y cuero, un poncho en tejido y materiales naturales. Calidad sin estridencias ni edades, piezas que se regalan, se transmiten y se heredan. Pensadas para disfrutar y conservar como tesoros.